lunes, 9 de febrero de 2009

Tramas de IVA: el crimen organizado en el siglo XXI

Las tramas de IVA son uno de los últimos campos de negocio a los que se ha extendido el crimen organizado. El fraude total anual en la Unión Europea (UE) por las denominadas tramas de IVA se estima en 200.000 millones de euros, lo que da una idea de la importancia de este tipo de fraude y el porqué cada vez más bandas organizadas se introducen en este mercado. ¿Pero qué son las tramas de IVA y en qué consisten?

El mecanismo de la estafa es relativamente sencillo. Para ello sólo debemos conocer dos normas del IVA:

  • Las ventas desde España a otro Estado de la UE están exentas de IVA en España.

  • Las compras desde España a otro Estado de la UE están sujetas en España. El comprador está obligado a repercutir el impuesto y al mismo tiempo se lo puede deducir, por lo que, en principio, no tiene que pagar nada a Hacienda. Por ejemplo:

    Una empresa española compra un ordenador a una empresa francesa por 1.000 euros (IVA 160 euros). La empresa española deberá por un lado poner IVA Repercutido 160, por el otro IVA Soportado 160.

    Si no hiciera ninguna otra operación:

    IVA a ingresar = IVA Repercutido - IVA Soportado = 160 – 160 = 0 euros.

Tranquilos, ya no vamos a nombrar ninguna norma más, con esto nos basta para defraudar mucho dinero. El mecanismo, en su versión más burda, es el siguiente:


La sociedad A compra móviles a una sociedad francesa por 1.000 euros. Posteriormente esos bienes los vende a la sociedad B por 1.000 euros más el IVA. La sociedad A deberá ingresar 160 euros a Hacienda en concepto de IVA.

La sociedad B, que en el argot tributario se conoce como trucha, revende los bienes comprados a A a la sociedad C por 1160 euros más el IVA. La sociedad B debería ingresar en Hacienda 25,6 euros en concepto de IVA (IVA Repercutido (185,6) – IVA soportado (160)). Sin embargo, la sociedad no sólo no ingresa nada sino que además solicitará las devolución de los 160 euros que le ha repercutido la sociedad A. Para ello en la declaración de IVA pondrá como IVA Repercutido 0 euros y como IVA Soportado 160 euros.

La sociedad C exportará los móviles, operación que como hemos dicho está exenta de IVA y solicitará la devolución del IVA Soportado (185,6 euros).

Como resultado de estas operaciones, la trama obtiene una devolución del Estado de 185,6 euros y en realidad no ha pagado ningún impuesto. Los 160 euros que ingresa la sociedad A los recuperará la sociedad B con la devolución que solicita.

Si los móviles que exporta la Sociedad C se venden de nuevo a la sociedad A entonces tenemos lo que se conoce como Fraude Carrusel, porque pueden dar vueltas y vueltas a las mercancías hasta que obtengan el beneficio previsto. Lo vemos en el siguiente esquema:


La sociedad B es una sociedad que se crea y se destruye en un plazo corto, menos de un año, para que no pueda ser detectada por Hacienda, y al frente de la misma suele haber indigentes, ancianos enfermos y sin bienes y, en general, cualquiera que ponga su firma en papeles por muy poco dinero. El esquema se puede complicar mucho más, no sólo en cuanto al número de intermediarios sino en cuanto a las tretas que se utilizan para impedir la detección por Hacienda.

El fraude se centra, sobre todo, en determinados sectores especialmente sensibles como, por ejemplo, el de la informática y el de los teléfonos móviles. En la mayoría de los casos los productos finalmente se venden a una empresa real del sector que obtiene dichos productos a precios muy reducidos, lo que en muchos casos justifica esas ofertas comerciales tan fuertes que se realizan finalmente en las tiendas.

Esto hace, que junto con el coste para la Hacienda Pública, el principal efecto de las tramas de IVA es el efecto distorsionador del mercado, atentando contra la libre competencia. Las empresas que no entran en el juego del fraude organizado del IVA, pronto se ven expulsadas del mercado al no poder ofrecer bienes a un precio lo suficientemente competitivo.

La mayoría de las defraudaciones de este tipo acaban, por el importe de sus cuantías, considerándose como un delito. Se cometen por auténticas bandas organizadas con un número muy importante de integrantes. Para los integrantes de estas bandas se trata de un negocio muy lucrativo, hay que pensar que las penas por tráfico de drogas son mucho más duras y, además, en el tráfico de drogas cada viaje supone un riesgo elevado, mientras que en el fraude organizado del IVA, o se detecta la estructura entera o la banda organizada sale prácticamente indemne. De nada sirve detectar a las truchas, cuyas cabezas visibles son indigentes o pobres hombres, si no se caza a quien dirige todo el montaje. No obstante, en los últimos años la lucha de la Agencia Tributaria contra las tramas de IVA empieza a dar sus frutos.

¿Cuál sería la solución ideal? Suprimir de una vez por todas el régimen transitorio. Me explico, las dos normas que he comentado antes son, en realidad, un régimen transitorio que se pretendía que durara no más de 4 años. Esto se decidió en el año 1992, han pasado 17 años y todavía estamos esperando que supriman dicho régimen. Con su supresión, lo que pasaría sería que, al vender los productos a otros países de la Unión Europea, la operación ya no estaría exenta sino que tributaría normalmente, con lo que toda la trama explicada ya no serviría de nada.

¿Por qué no se hace? Pues por lo mismo que ya comenté en el artículo “Unión Europea: un oligopolio fiscal”: Las grandes dificultades de llegar a acuerdos entre los Estados en materia fiscal. El principal escollo es la diferencia entre tipos impositivos que hay en la Unión Europea: el más bajo del 15% en Chipre y Luxemburgo, el más alto del 25% en Dinamarca y Suecia. Los países tienen miedo de que, si se suprime el régimen transitorio, el comercio se desvíe a los países con tipos más bajos. Si al vender fuera de tu país se repercute el IVA, los países con tipo más bajos venderán fuera de sus fronteras a un precio más barato. La imposibilidad de llegar a acuerdos en este sentido impide que se avance en esta solución que sería definitiva para el gran problema que es el fraude organizado en el IVA.

3 comentarios:

  1. Muy interesante. Lo que me deja más perplejo, por curiosos, es el asunto de la apropiación del mercado.

    P.S. Desde luego el mercado de los teléfonos parece un perfecto sumidero: las ofertas de las operadores ya hacen muy difícil la venta de terminales libres, así que supongo que no hay demasiadas quejas (imagino que si en un sector "normal" se producen estas prácticas, la gente limpia comenzaría a quejarse y a señalar con el dedo).

    Saludos.

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  2. Acabo de descubrir este blog. Es lo mas interesante que encontrado en la blogosfera ultimamente, mi enhorabuena.

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  3. Excelente intento de divulgación. No obstante hago un par de comentarios:

    En cualquier carrusel el precio en el primer eslabón (trucha) se reduce en un importe muy similar al IVA (por ejemplo lo que se compra en Holanda a 100 se venderá a (83+IVA =) 104. De este modo, al subir en las facturas el IVA, y deducírselo el siguiente en la cadena, éste obtendrá un beneficio comercial ya que dispondrá de la mercancía más barata (83) que en origen (100). Desde ese precio inicial rebajado, el precio irá subiendo en cada escalón hasta llegar al exportador, quien lo exportará ligeramente por debajo de su precio de entrada (98 p.ej), pero obtendrá una devolución por el 18% del total. Con el sistema todos los pàrticipantes se reparten el producto del delito y solo pierde Haciendaque "somos todos".

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