lunes, 4 de febrero de 2013

Desmontando mitos sobre la Comunidad Valenciana: el origen del déficit

En los últimos tiempos parece que toda noticia relativa a la Comunidad Valenciana es una noticia relativa al despilfarro. Sin embargo, como suele suceder, cuando bajamos a analizar los datos reales descubrimos que, sin negar que se pueden haber adoptado decisiones de inversión nefastas, los problemas de dicha Comunidad no tienen su origen en estas decisiones sino que tienen un arraigo mucho más profundo como es el injusto reparto que realiza el sistema de financiación estatal con esta Comunidad.

Vamos a intentar justificar esta afirmación con datos. Para ello nos vamos a basar sobre todo en el magnífico estudio “La Financiación Pública dela Comunidad Valenciana y sus consecuencias económicas” que se realizó por la Asociación Valenciana de Empresarios.

El punto de partida es analizar lo que recibe cada comunidad del Estado por habitante. En el siguiente gráfico podemos ver que la Comunidad Valenciana es la penúltima, únicamente seguida de Baleares con un euro menos por habitante.

Según el INE, la Comunidad Valenciana tiene aproximadamente 5 millones de habitantes, por lo que si tuviera la financiación media de las Comunidades Autónomas, estaría disfrutando de más de 1.000 millones de euros de financiación adicional al año y si tuviera la financiación de Castilla y León, Extremadura, La Rioja o Cantabria se encontraría casi en una situación de superávit.

¿Está justificada esa diferencia en el financiación que recibe la Comunidad Valenciana?

Se podría pensar que la menor financiación es para compensar un gasto desproporcionado por parte de la Comunidad Valenciana, sin embargo, en el siguiente gráfico veremos que la Comunidad Valenciana es la que tiene el gasto por habitante más reducido de todas las Comunidades Autónomas.


Otra argumentación sería que la Comunidad Valenciana tenga una presión fiscal inferior a la media del resto de comunidades y por ello reciba menos a cambio. Sin embargo, el siguiente cuadro contradice dicha hipótesis, situando la presión fiscal por encima de la media.

De hecho es la cuarta más elevada tras Madrid, Cantabria y Andalucía. De esta forma tenemos, que los valencianos, aunque pagan más que la media son los que menos reciben del Estado.

Podríamos pensar en la existencia de un sector público excesivamente grande en comparación con nuestro entorno, de tal modo que debiera realizarse un ajuste sobre el mismo. Nuevamente los datos desmienten esta teoría. La Comunidad Valenciana es junto con País Vasco, Cataluña y Madrid la comunidad con un sector público más reducido de España.

Si nos fijamos en el número de funcionarios, también en este caso los salarios pagados en la Comunidad Valenciana a funcionarios respecto de la masa salarial total es de las más reducidas de España.


De esta forma llegamos a la extraña situación en la que la Comunidad Valenciana es la única comunidad que teniendo una renta per capita inferior a la media tiene una balanza fiscal negativa, es decir, aun teniendo una renta inferior a la media aporta dinero que va a parar a comunidades con rentas per capita superiores a la media.

Es evidente, por tanto, que la situación de déficit de la Comunidad Valenciana no tiene su origen en estos momentos en la existencia de un despilfarro actual por parte de los políticos o de la sociedad ni en una mala gestión de los recursos. Dicha situación de déficit se debe fundamentalmente a un sistema de financiación injusto y mal diseñado donde se está recibiendo una financiación muy inferior a la que debiera ser procedente en función de la renta per capita y el nivel de prestación de servicios existentes.

domingo, 15 de julio de 2012

El coste de los políticos según Arturo Perez Reverte

Aunque no es política de este blog ser un mero reproductor de opiniones ajena, se me va a permitir hoy hacer una excepción y, dada la vinculación con el artículo escrito hace poco sobre la necesidad de suprimir ayuntamientos, voy a reproducir los tweets escritos por Arturo Perez Reverte, que podrá gustar más o menos pero hoy ha ido, con mucho acierto, a la yugular del Gobierno.

La serie de tweets, aunque la he formateado un poco para facilitar la lectura y he añadido algún enlace que puede ampliar la información, ha sido la siguiente:

La Cultura, la Educación, la Sanidad, las clases altas, medias y bajas, expoliadas. Y el disparate administrativo-político-autonómico, ni tocarlo. A ver si lo he entendido, señor presidente…  
Hasta por morirme debo pagar un 21 %... A ver si lo entiendo. Insisto.  
Alemania tiene 80 millones de fulanos y 150.000 políticos. España, 47 millones y 445.000 políticos. Sin contar asesores, cómplices y colegas. O en Alemania faltan políticos, o aquí sobran.  
Si en Alemania faltan, apenas tengo nada que decir. Si en España sobran, tengo algunas preguntas. Señor presidente:
  • ¿Para qué sirven 390 senadores (con la brillantez media y la eficacia política media de un Iñaki Anasagasti, por ejemplo)?  
  • ¿Para qué sirven 350 diputados y 54 eurodiputados? ¿Nos apañaríamos peor de lo que estamos con la mitad? ¿Me lo dice en serio? 
  • ¿Para qué sirven 74.000 alcaldes y concejales, cada cual con su paquete adosado de asesores de ambos sexos y sexas?  
  • Subpregunta: si un concejal de Villacantos del Botijo, por ejemplo, necesita contratar a 15 asesores... 
  • ¿Para qué puñetas sirve ese concejal, aparte de para dar de comer a numerosos compadres y parientes?  
  • ¿Para qué sirven 1.206 parlamentarios autonómicos y 1.031 diputados provinciales? ¿Sabe usted lo que cobra toda esa gente? ¿Y lo que come? 
Ese tinglado regional, repartido en diecisiete chiringuitos distintos, duplicados, nos cuesta al año 90.000 millones de euros. Con ahorrar sólo la mitad... Eche usted cuentas, señor presidente. Que yo soy de Letras. 
En vista de eso, ¿cómo es posible que el Gobierno de este putiferio de sangüijuelas y sangüijuelos se la endiñe a las familias y no a ellos?  
Que en vez de sangrar a esa chusma, se le endiñe a la Dependencia, a la Sanidad, a la Educación, a la Cultura, al pequeño comercio? ¿A la gente que de verdad lucha y trabaja, en vez de a esa casta golfa, desvergonzada y manifiestamente incompetente?  
A ese negocio autonómico absurdo e insostenible, del que tanta gentuza lleva viviendo holgadamente desde hace más de treinta años. 17 parlamentos, 17 defensores del pueblo, embajadas propias, empresas, instituciones. Negocios casi privados(o sin casi)con dinero público.  
El único consuelo es que a esa pandilla depredadora la hemos ido votando nosotros. No somos inocentes. Son proyección y criaturas nuestras. Treinta años engordándolos con nuestras imbecilidad y abulia política. Cuando no con complicidad ciudadana directa: Valencia, Andalucía...  
Con unos tribunales de Justicia cuando no politizados o venales, a menudo lentos y abúlicos. El golfo, impune. Y el ciudadano, indefenso. 
Esos políticos de todo signo(hasta sindicalistas,rediós)puestos en cajas de ahorros para favorecer a partidos y amiguetes.Impunes,todos.  
Me creeré a un presidente de Gobierno, sea del color que sea, cuando confiese públicamente que este Estado-disparate es insostenible. 
Cuando alguien diga, señor pesidente, mirándonos a los ojos, “voy a luchar por un gran pacto de Estado con la oposición”  
“Me voy a cargar esta barbaridad, racionalizándola, reduciéndola, controlándola, adecuándola a lo real y necesario”. 
“Voy a desmontarles el negocio a todos los que pueda. Y a los que no pueda, a limitárselo al máximo. A lo imprescindible”  
“Aquí hay dos autonomías históricas que tendrán algo más de cuartelillo, dentro de un orden. Y el resto, a mamarla a Parla”. 
“Y el que quiera entrar en política para servir al pueblo, que se lo pague de su bolsillo”.  
Pero dudo que haga eso, señor presidente. Es tan prisionero de su propia chusma político-autonómica como el Pesoe lo es de la suya. Ese toque de jacobinismo es ya imposible.
Tiene gracia. No paran de hablar de soberanía respecto a Europa quienes son incapaces de ejercerla en su propio país. Sobre sus políticos. Dicho en corto, señor presidente: no hay cojones.
Seguirán pagándolo los mismos, cada vez más, y seguirán disfrutándolo los de siempre. El negocio autonómico beneficia a demasiada gente. Usted, señor presidente, como la oposición si gobernara, como cualquiera que lo haga en España, seguirá yendo a lo fácil. A cargar a una población triturada,con cinco millones de parados,lo que no se atreven a cargar sobre sus desvergonzados socios y compadres. Seguirá haciéndonos aun más pobres, menos sanos, menos educados.Hasta el ocio para olvidarlo y la cultura para soportarlo serán imposibles. 
Así que cuando lo pienso, a veces se me va la olla y me veo deseando una intervención exterior. Que le vayan a frau Merkel con derechos históricos, defensores del pueblo, inmersiones linguísticas, embajadas y golferías autonómicas. De tanto reírse, le dará un ataque de hipo. De hippen, o como se diga allí.  Lo escribía el poeta Cavafis en “Esperando a los bárbaros”. Quizá los bárbaros traigan una solución, después de todo. 
Para esto, que nos invadan los bárbaros de una puta vez. Que todo se vaya al carajo y el Sentido Común reconozca a los suyos. Si quedan. 

viernes, 6 de julio de 2012

España: Atrapados en la paradoja del ahorro.

Uno de los aspectos que más me sorprende de la crisis actual es la obsesión por atajar el déficit a toda costa tomando medidas que van en contra del más mínimo sentido común. Esta actitud me temo que no es enteramente achacable a nuestro Gobierno, que quiero imaginar que adopta dichas medidas con desagrado y por obligación, pero no evita que me pregunte qué es lo que persigue la mente pensante de Europa y que dirige a nuestro Gobierno a un callejón sin salida.

En varios de los artículos anteriores, ya comenté que el principal problema español en estos momentos no es el deficit, que, si bien es elevado, el nivel de deuda española hace que, en condiciones normales, no fuera preocupante. Es cierto que el deficit nos obliga a pedir prestado en el extranjero para poder hacer frente a los gastos, pero sólo ese hecho sería fácilmente solventable con una participación más activa del Banco Central Europeo como está pasando en EEUU y Gran Bretaña. Si sus bancos centrales se comportaran como el nuestro muy probablemente su situación sería la misma o peor que la nuestra.

Como decía, el problema real no es el déficit sino que lo es la contracción del consumo. Para que una economía funcione se necesita que la gente consuma. Si la gente consume, las empresas tienen beneficios y contratan trabajadores, se pagan impuestos sobre dichos beneficios y sobre las transacciones y, en definitiva, crece el ingreso público que en última instancia es lo necesario para reducir el requetedicho déficit. 

Dentro de los motivos de la reducción del consumo, creo que ya se puede decir que España ha entrado de lleno, tanto a nivel de Estado como a nivel de los ciudadanos, en lo que se denomina "la paradoja del ahorro" o "paradoja de la frugalidad".

Esta paradoja viene a decir que todos los ciudadanos deciden que quieren incrementar su nivel de ahorro, el efecto que se consigue es exactamente el contrario: todos pasan a ahorrar menos. ¿Por qué se produce esto? Porque, como ya comente en este artículo, las personas pueden dar dos destinos a su dinero: o gastarlo o ahorrarlo. Eso quiere decir que si uno ahorra mucho gastará poco y si gasta mucho ahorrará poco. 

Por tanto, si toda la sociedad comienza a incrementar su nivel de ahorro inevitablemente estará reduciendo su nivel de gasto. Si todos gastamos menos la empresas harán menos negocio, habrá menos trabajo, lo salarios serán más bajos y, en resumen, la gente ganará menos dinero. Veamos como afecta esto al ahorro con un ejemplo:

Un persona que trabaja en un bar tiene un salario de 1.200 euros, de los cuales cada mes ahorra sólo 120 euros, es decir el 10%. Como piensa que la situación está muy mal decide intentar ahorrar 250 euros (un 20,83% de su salario) por lo que pueda pasar. Si toda la sociedad hiciera lo mismo todo el mundo redujera su consumo podría llegar a una situación en el que el bar para subsistir debido a la perdida de clientes, o al menor consumo de los mismos, puede llegar a tomar dos medidas: o bien despide a esta persona o bien le rebaja el sueldo. Si lo despide es evidente que aunque su intención era ahorrar 250 euros va a pasar a ahorrar 0, si por el contrario le bajan el sueldo, por ejemplo a 1.000 euros, aun ahorrando el 20% de su salario no va a conseguir el ahorro que el pretendía.

Si en vez de un caso particular analizamos a la sociedad en su conjunto nos encontramos ante esta paradoja cuando sumado el nuevo ahorro de todos los ciudadanos éste es inferior al que había inicialmente.

En esta espiral se encuentra España en estos momentos, sólo hace que adoptar medidas para ahorrar reduciendo el gasto público, pero dicha reducción de gasto público está consiguiendo justamente lo contrario, con cada recorte se mina cada vez más el consumo de la sociedad y las expectativas que provocan una destrucción de empleo o bajada de salarios en los trabajadores, lo que supone una reducción de los ingresos tributarios y, en consecuencia, que el déficit inicial se mantenga prácticamente en el mismo punto.

Un ejemplo de como funcionan estas paradojas económicas lo hemos visto también como el IVA. De las tres subidas de IVA (en el 92, 95 y 2010) que han habido sólo una de ellas supuso un incremento de la recaudación efectiva (la del 95), y aun en este caso la recaudación fue inferior a la que se preveía. El motivo es el mismo que el explicado, aunque subamos el impuesto sobre el consumo, si consumimos menos pues o bien no recaudamos lo que pensábamos o incluso recaudamos menos. Es por este motivo que me sorprende amargamente que se planteen en la situación actual una nueva subida del IVA, creo que el único que se sorprenderá de que no tenga ningún efecto en la recaudación será el Gobierno.

Acabo de mencionar las expectativas, factor fundamental en la marcha de la economía, la política actual de continuos recortes, por cierto, pocos de ellos suponen una reforma estructural seria como podría ser la que se comenta en el artículo anterior a este,  suponen una ataque continuo a la linea de flotación de nuestra economía. El sentimiento generalizado ante tanto recorte es que la situación personal de cada uno de nosotros va a ir a peor, y cuando creemos que podemos pasar una mala racha lo primero que hacemos es dejar de consumir para ahorrar por lo que pueda pasar. Hoy mismo, veo rumores sobre una nueva bajada de salario a los funcionarios. No sé si será cierta o no, ya en navidades se produjeron los mismos rumores, pero lo que está claro es que no podía llegar en peor momento, al principio del verano cuando la gente decide sus vacaciones. No será de extrañar que muchos decidan o bien reducir o bien suprimir cualquier tipo de viaje extraordinario con el consiguiente perjuicio para la economía, es una muestra del daño que pueden hacer las expectativas.




jueves, 3 de mayo de 2012

¿Evitar duplicidades? ¡Suprimamos Ayuntamientos!


Aunque es un tema que ya se ha comentado más de una vez por las redes, me gustaría que este artículo fuera una constatación con datos de lo que todos intuimos: ¡Sobran Ayuntamientos!

Veamos primero lo que a simple vista podría ser un simple casco urbano:


En la foto anterior, en realidad podemos observar 6 ciudades independientes (sin contar a Paiporta que está un poco más separada del resto arriba a la izquierda), seis ciudades completamente pegadas en donde la separación entre unas y otras es, en muchas ocasiones, una simple calle.

Pero vamos a centrarnos en sus órganos de gobierno. En el siguiente cuadro vamos a ver cuál es el presupuesto de cada uno de los Ayuntamientos que forman el casco urbano de la foto para la partida de sueldos y salarios. De todos ellos, sólo el Ayuntamiento de Catarroja, en su página web, nos desgrana dicha partida de sueldos y salarios indicándonos que parte corresponde a la retribución de los órganos de Gobierno del municipio, por lo que he tenido que extrapolar dicha proporción al resto de municipios.



Coste de los órganos de gobierno Partida de gastos en sueldos y salarios del Ayuntamiento Población Nº de Concejales
Catarroja 339.621,51 € 8.373.215,97 € 27.330 21
Albal 219.172,89 € 5.403.609,35 € 15.594 17
Alfafar 242.277,45 € 5.973.241,87 € 20.728 21
Massanassa 123.223,43 € 3.038.018,50 € 9.022 13
Sedavi 133.502,73 € 3.291.450,00 € 10.092 13
Benetusser 149.882,45 € 3.695.284,57 € 15.290 17
Total 1.207.680,47 € 29.774.820,26 € 98.056 102

En total, para una población de 98.056 personas los gastos, únicamente de los órganos de gobierno, son de alrededor de 1.200.000 euros. Pero, ¿eso es mucho o es poco? Para ello, vamos a compararlo con otro Ayuntamiento del que sí hay información sobre el coste de los órganos de gobierno: el Ayuntamiento de Valencia



Coste de los órganos de gobierno Partida de gastos en sueldos y salarios del Ayuntamiento Población Nº de Concejales
Valencia 2.546.284,00 € 244.000.000,00 € 798.033 33

Vemos que con una población 8 veces superior, el coste de sus órganos de gobierno sólo es el doble que el de la suma de los municipios anteriores, por lo que es fácil llegar a la conclusión que cuanto más grande es un municipio mayor eficiencia tiene su dirección (en el sentido de obtener el mismo resultado a un coste menor).


De hecho, si dividimos el coste de los órganos de gobierno entre el número de ciudadanos, vemos que mientras que en la suma de los municipios inicialmente analizados el coste por ciudadano es de 12 euros, en el caso de la ciudad de Valencia el coste por ciudadano es de sólo 3 euros. Es también destacable que teniendo 8 veces más población tenga sólo un tercio de los concejales que son elegidos en la suma de los municipios anteriores.

El siguiente paso es imaginarnos que fusionamos todos los municipios anteriores en uno sólo de mayor tamaño y le aplicamos el coste que tiene un ciudadano de Valencia, obtendríamos que el coste del órgano de gobierno de este nuevo municipio sería de:




3 x 98.056 = 312.867,29 euros


Es decir, obtendríamos un ahorro de unos 900.000 euros que no costaría ni un sólo puesto de trabajo y que sólo afectaría a los políticos, en cuanto que únicamente estamos tocando la partida de sueldos y salarios vinculada a los órganos directivos del ente municipal.

Aparte de este análisis se podría analizar también la eficiencia en lo referente a hacer desaparecer las duplicidades de servicios (como por ejemplo el que existan seis secciones de recursos humanos) que llevaría o bien a reducir la plantilla o bien a destinar dichas personas a otros menesteres más productivos con lo que podría mejorar por ejemplo los servicios de atención al público.

En todo caso, nos encontramos ante una configuración de nuestras entidades locales procedente de la tradición histórica y que hoy en día, en muchos casos, no tiene mucho sentido. El ejemplo anterior ni es el único ni es un caso excepcional, de hecho es bastante frecuente la existencia de municipios cuyos cascos urbanos son completamente limítrofes (de hecho justo al lado están Paiporta y Picanya, unos pocos kilometros más al oeste Alaquas y Aldaia...). Si de verdad estuviéramos buscando formas de reducir el gasto público evitando duplicidades, uno de los puntos principales debería ser observar si nuestra organización es la más eficiente, hecho que, como acabo de demostrar, no lo es y que nos debería llevar a replantearnos seriamente adoptar una decisión sobre este punto.



miércoles, 29 de febrero de 2012

La bolsa o la carcel


El delito fiscal en España no es un delito especialmente castigado, la pena que señala el Art. 305 del Código Penal es de uno a cinco años de prisión y multa de tanto al sextuplo de la cuantía defraudada. A ello se une la gran complejidad de este tipo de procedimientos y la aplicación de normas muy técnicas con las que no suelen estar muy familiarizados los jueces.

Consecuencia de todo ello es que, no hay que engañarse, pocos delincuentes llegan a pisar la cárcel por estos delitos, lo que no quiere decir que no haya ninguno, ni que los que no pisen la cárcel no sean condenados, según el profesor González Perea de 1.408 sentencias, en 1.054 la sentencia fue condenatoria. Y es cuando hay condena cuando surge uno de los principales problemas ¿Se va a recuperar lo cobrado?

Ante esta situación, el fiscal que teme que el juez no aprecie los hechos del mismo modo que él, que no sabe si se cobrará la multa impuesta, que teme un dilatamiento que propicie un error que pueda ser utilizado para obtener la absolución en la sentencia, como decíamos, el fiscal ante todos estos condicionantes ve en el acuerdo con el imputado una vía de escape que le permite conseguir, por un lado, una declaración de culpabilidad, con una pena de prisión de uno o dos años que no lleva aparejada necesariamente ingreso efectivo en la cárcel, y, por otro, un reintegro a la Hacienda Pública del importe defraudado con una posible multa adicional. Es decir, acaba aplicando el viejo refrán de “más vale pájaro en mano que ciento volando”.

¿Es esto lo deseable? Es cuestión de opinión, habrá quien piense que lo deseable sería que el delincuente pise físicamente la cárcel, pero dado lo reducido de las penas (un máximo de cinco años) puede resultar rentable al delincuente pasar cinco años en prisión sabiendo que cuando salga va a poder disfrutar de todo su dinero. Todos recordamos el caso de Roldán, donde gran parte de lo robado nunca apareció.

Considero que, realmente, es mucho más disuasorio y hace mucho más daño al infractor garantizar que se ingresa en el Tesoro la deuda con la multa correspondiente (multa que como mínimo es del 100% de lo robado) y, por ello, no soy del todo contrario a esta política, aunque siempre queda el resquemor de que estamos eligiendo la opción menos mala y no la mejor opción.

Seguramente, como he comentado al principio, el problema se encuentre en la duración de la pena y su falta de cumplimiento íntegro. En el año 2009, se inició una reforma del Código Penal que preveía un aumento de la pena máxima hasta los 6 años, pero la finalidad real de dicha ampliación no era conseguir un mayor efecto disuasorio sino que buscaba una ampliación de los plazos de prescripción, al ser la pena superior a 5 años, el plazo de prescripción pasaba de 5 a 10 años. Esta ampliación de los plazos de prescripción es una de las reivindicaciones históricas de la Agencia Tributaria, que ante la complejidad de los hechos, descubre que cuando tiene los indicios suficientes para iniciar el procedimiento penal han pasado ya los cinco años.

En todo caso, el Partido Popular y Convergència i Unió se encargaron de tirar atrás esta modificación, dejando la pena máxima en los cinco años actuales (anteriormente eran cuatro)

Ante esta situación, la Asociación de Inspectores de Hacienda lleva realizando una serie de reivindicaciones en materia de delito fiscal, que hasta ahora han tenido poco éxito.

Y, con ello, volvemos a la pregunta inicial, con todo lo expuesto ¿Qué debería hacer el fiscal? ¿La bolsa o la cárcel? ¿Asegurarse la condena y el ingreso de la deuda o seguir hasta el final buscando el cumplimiento íntegro de la pena en la cárcel?
¿Cuál debería ser el objetivo prioritario del Fiscal?
Conseguir recuperar el dinero defraudado.
Conseguir una condena de cárcel.






  

martes, 14 de febrero de 2012

Preguntas sin respuesta de la crisis actual


Lanzo en este artículo una serie de preguntas a las que a día de hoy no acabo de encontrar una respuesta satisfactoria, si alguien me abre la mente lo agradeceré. Se aceptan nuevas preguntas en los comentarios que incorporaré al artículo conforme vea que son interesantes.

1. ¿Por qué en vez de que el BCE preste dinero a los bancos al 1% para que estos se lo presten al Estado al 5,5% no coge ese dinero y se lo da directamente a los Estados al mismo tipo de interés?

2. ¿Por qué en una situación de depresión generalizada y sin riesgos de inflación el BCE no baja los tipos de interés, única forma de inyectar dinero en las economías domésticas (bajando lo que se paga de hipoteca) que no cuesta dinero al Estado y activa el consumo?

3. ¿Por qué, a estas alturas, todavía se permite que los bancos tengan sucursales en paraísos fiscales?

4. ¿Por qué los bancos condonan deudas a los partidos políticos?

5. ¿Por qué se abandona el apoyo a una industria como la de las energías renovables en la que eramos líderes en tecnología y que nos permitía crear puestos de trabajo cualificados?

6. ¿Por qué abandonamos una energía que nos permitía cada día ser un poquito más independientes del petróleo y por tanto protegernos de la especulación en mercados extranjeros y posibles crisis petrolíferas por cualquier guerra en uno de los países productores?

7. ¿Por qué la persona que propició la actual situación de Grecia, al asesorar sobre como ocultar y falsear el déficit del país, es el actual Presidente del Banco Central Europeo?
8. ¿Alguien, en serio, me puede decir para que sirve el Senado? Casos prácticos.


9. ¿Alguien, con datos, me puede explicar por qué abaratar el despido va a mejorar las tasas deparo?

10. ¿Cómo un Ministro puede decir que el mayor recorte a los derechos del trabajador no va a servir para el fin que lo justifica (crear empleo) y quedarse tan ancho?

11. ¿Se puede permitir un país que las empresas cierren porque el que no paga es la Administración Pública?

12. ¿Por qué indulta el Gobierno al número dos del Banco Santander en lo que podríamos denominar un ambiente "sensible" con el sector financiero?

13. ¿Por qué en la Era de la Información se sigue subvencionando con tal fuerza a partidos políticos y sindicatos favoreciendo únicamente estructuras de propaganda?

14. ¿Por qué en un Estado aconfesional, y con una pluralidad de religiones reconocidas, los profesores de religión católica los pagamos entre todos?

15. ¿Por qué los que han llevado empresas a la quiebra reciben bonos multimillonarios por su "buena gestión"?

16. ¿Por qué la Generalitat Valenciana suprime el Impuesto de Patrimonio (dejando de recaudar 109 millones de euros) para unos días (literalmente) después recortar 271 millones en sanidad y educación?

17. ¿Por qué el BCE presta a los bancos a un interés del 1% y cuando España pide un rescate el préstamo que recibe lleva un interés del 3%? En resumen ¿Por qué los bancos tienen mejor trato que los Estados?

P.D: De lo que ocurre en la Generalitat Valenciana sólo he puesto una pregunta simplemente para que no pareciera este artículo excesivamente regional.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Ataque al consumo: jugando con el sueldo de los funcionarios


Desde antes de las elecciones, ya en campaña electoral, una de las posibles medidas que ha sido objeto de mucha controversia ha sido la hipotética bajada de sueldo a los funcionarios.
Cuando se criticaba la improvisación por parte del Gobierno de Zapatero a la hora de adoptar medidas económicas, una de las más importantes críticas es que dicha improvisación provocaban un panorama incierto que impedía tomar decisiones inversoras.
Si la existencia de un panorama incierto puede afectar a la decisión de invertir igualmente dicho futuro incierto afecta a la decisión de consumir y esto es lo que está sucediendo con el conjunto de trabajadores de la Administración Pública, sea funcionario o laboral y la no definición de su postura por parte del PP.
Los funcionarios tienen miedo, tienen miedo por lo que pueda venir y no conocen y ante el miedo no consumen.
En un momento económico donde lo último que debería de hacer el Gobierno es retraer el consumo, desde hace meses la multitud de rumores sobre la posible bajada de sueldo de funcionarios, con desmentidos y desmentidos de los desmentidos, cambios de posturas y continuas referencias en los medios de comunicación crean una atmósfera en la que el funcionario tiene miedo a consumir porque no sabe que pasará en el futuro con su salario.
Hoy mismo hemos tenido un ejemplo, primero una noticia en El Levante, periódico valenciano, de una bajada de sueldo del 10% a los funcionarios y después un desmentido en El Economista.

La noticia tiene todo el olor de globo sonda, preparando para una futura bajada de menor calado pretendiendo que además de que le bajan el sueldo el funcionario se sienta aliviado porque “No ha sido para tanto...”.
El PP no desmiente la noticia, o mejor, como ocurrió con Gonzalez Pons, la desmiente pero posteriormente afirma que sólo se garantizan la no bajada de las pensiones. Todo ello lleva a que el funcionario congele su consumo incluso por encima de la hipotética bajada de sueldo. Es decir, a lo mejor al final le bajan un 2% el sueldo pero el ha reducido su consumo en un 15% por lo que pueda pasar. El daño para la economía de todo este juego es demoledor.
Sólo comentar, como ya mencioné en un artículo anterior, que lo que es una vergüenza es que se plantee continuamente reducir el sueldo a los funcionarios, meros trabajadores, en su mayoría con sueldos inferiores a 1.300 euros netos al mes mientras que se descarta rápidamente el mantener el Impuesto sobre el Patrimonio o subir los tramos del IRPF

viernes, 11 de noviembre de 2011

Hay alternativas: análisis de un libro imprescindible


Me gustaría dedicar el artículo de hoy a hablar de un libro que me ha parecido extraordinariamente bueno. Un libro que utiliza una lenguaje relativamente sencillo y que creo que puede ser entendido por gran parte del público sin por ello dejar de aportar datos y estudios que fundamentan sus enunciados. El libro es “Hay alternativas”. En el siguiente enlace de la página web de uno de los autores se puede encontrar una explicación de la polémica que ha seguido al libro y la posibilidad de descargarse gratuitamente el mismo en formato PDF al final del enlace.
También se puede comprar por sólo 10 euros:
 El libro realiza un análisis de la situación económica actual ahondando en las causas de la crisis y en propuestas para salir de la misma, pero lo importante es que las propuestas que realiza no son las que oímos a diario. En el libro se intenta rebatir con datos las teorías neoliberales que basan su planteamiento económico en una mayor flexibilidad del mercado de trabajo, una reducción del gasto público y una moderación salarial. El análisis del libro es contrario a estas posturas, a modo de resumen me gustaría destacar las siguientes conclusiones, para un análisis más extenso lógicamente habrá que acudir al libro:
- La flexibilidad del mercado de trabajo con abaratamiento del despido y mayor precariedad laboral no es el elemento determinante para reducir el desempleo: se prueba que países con mucha mayor flexibilidad laboral como EEUU o Irlanda no han tenido un comportamiento en el desempleo muy diferente a España, mientras que mercados laborales muy rígidos, en cuanto a que están muy controlados como el alemán, han reducido el desempleo incluso en situaciones de crisis. Por tanto el incremento de la precariedad laboral no va a tener como resultado una mejora del empleo en España y sin embargo si que tiene otros efectos perniciosos derivados por ejemplo de la reducción de salarios.

- La reducción del gasto público si bien puede suponer un impulso a corto plazo para reducir el déficit a medio y largo plazo produce un gran daño a la economía. Se dan datos de como España tiene uno de los sectores públicos más reducidos de los países europeos desarrollados así como que los países a los que menos ha afectado la crisis (los países nórdicos por ejemplo) tienen sectores públicos muchísimo más grandes que el de nuestro país.

- Se señala la reducción del Estado de Bienestar como una de las causas más importante a medio/largo plazo del desempleo y la situación económica de nuestro país: un dato que se indica es que mientras en España uno de cada diez trabajadores trabaja en el sector podemos denominar del bienestar (sanidad, educación...) en Suécia trabaja uno de cada cuatro.
- Se requieren más ingresos públicos: un dato arrollador es que mientras los rendimientos del trabajo, es decir los impuestos que paga un trabajador en España, son equivalentes en porcentaje a los que paga cualquier otro trabajador de la Unión Europea, en las rentas del capital, es decir, las que no provienen del trabajo, que se pagan en otros países existen grandes diferencias. El ejemplo del libro es demoledor comparando España-Suecia: mientras un trabajador de SEAT paga el 75% de lo que paga un trabajador de VOLVO en impuestos, las grandes fortunas en España pagan un 20% de lo que pagan las grandes fortunas en Suecia. El mayor volumen de ingresos por impuestos derivados de una mayor actividad económica que se conseguiría con medidas contrarias a las que se están adoptando así como la diferencia de recaudación impositiva que se acaba de mencionar es donde consideran los autores del libro que deberíamos buscar el dinero para solucionar el problema del déficit y no en la reducción del gasto público. El tema del crecimiento de la desigualdad en la distribución de la riqueza, es decir porque los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, es objeto de un mayor análisis en la primera parte del libro al analizar las causas de la situación actual.
- Consideran los autores que la moderación salarial, tan propugnada por los grupos de poder, es contraproducente: si todo el mundo cobra menos, se consume menos y se entra en el denominado circulo viciosos de la economía. Por tanto, para mejorar la productividad, en vez de reducir el salario los autores proponen incrementar el producto producido para dicho salario, analizando las complicaciones de esta propuesta dando gran importancia a una mejora de la educación y la investigación y desarrollo. Un dato importante para refutar que una reducción de salarios incrementa la competitividad de cara al exterior es que en los últimos 10 años, el incremento nominal de salarios de España no ha influido en su cuota de mercado mundial manteniéndose estable, dando varios ejemplos de otros países donde una veces sube, otras baja y otras es estable, por lo que no parece existir una correlación entre un factor y otro.
- Se realiza un análisis muy interesante de como la banca ha migrado su negocio tradicional de conceder prestamos a la economía real (para producir y consumir) a destinar el dinero a realizar inversiones financieras con una rentabilidad muy superior pero muy poco efecto en las empresas y familias y favoreciendo con esta actividad la crisis económica. Para no premiar a los causantes de la crisis mediante la venta de las cajas de ahorro a precio de ganga se propone su nacionalización y cambio de negocio para que las cajas de ahorro, dirigidas por el Estado se dediquen exclusivamente a una labor de banca comercial, es decir, la actividad de prestar a familias y empresas antes mencionada.
Como he comentado es un libro que aporta mucha información y que a más de uno puede hacer cambiar su visión de la economía sin quitar que hay puntos más o menos discutibles. Totalmente recomendable en estos tiempos actuales.

jueves, 29 de septiembre de 2011

¿Por qué hacer tributar a las grandes fortunas es la mejor opción en estos momentos?

Dejando aparte que se entiende por rico que podría ser objeto de un próximo artículo, cuando se adoptan medidas económicas siempre hay que considerar dos tipos de consecuencias: las consecuencias a corto plazo y las consecuencias a largo plazo. En este sentido, cuando el gobierno adopta medidas para reducir el déficit público está claro que la consecuencia a corto plazo perseguida es dicha reducción pero siempre hay que tener en cuenta que aparte de dichas consecuencias a corto plazo inevitablemente se van a producir otras consecuencias a largo plazo.

Por ello, a la hora de adoptar medidas económicas hay que procurar que si bien se consiga el objetivo que se desea a corto plazo las consecuencias a largo tampoco sean indeseadas. Partiendo de esta idea, para reducir el déficit público hay dos vías básicas:

  • Reducir el gasto público.

  • Incrementar los ingresos públicos.

En los últimos tiempos el recurso más utilizado es un recorte del gasto público, pero, como se ha comentado, hay que analizar las consecuencias de dicha reducción a largo plazo para ver si es la más adecuada. Desde esta perspectiva creo que hay dos tipos de recortes en el gasto público:

  • Los que suponen una racionalización de los servicios públicos, es decir, supone un mejor aprovechamiento de los recursos que ya se poseen: esta es una consecuencia totalmente deseable en el sentido de que siempre se tiene que procurar prestar un servicio público de la forma más eficiente posible.

  • Los que suponen una supresión o reducción en la prestación de dicho servicio o un deterioro en la calidad del mismo: dentro de estas medidas entrarían la supresión de plazas de funcionarios que suponen una reducción del servicio, reducciones de salarios (ya se comentó en un post anterior que el salario aunque raramente es un elemento motivador si es un elemento desmotivador muy fuerte), congelación de pensiones...

Respecto a estas últimas, quiero centrarme en las que suponen directamente una reducción del poder adquisitivo y sus consecuencias a largo plazo. Es evidente, que la reducción de salario de los funcionarios o la congelación de las pensiones al Estado le supone un ahorro importante de dinero y, por tanto, ayudan a reducir el déficit público, pero también es evidente que ello no sale gratis a la sociedad que a partir de dicho momento dispone de menos renta disponible para consumir y, por tanto, va a conllevar una reducción de la actividad económica. Lo que hay que analizar es que es más beneficioso si esta medida o, en su lugar buscar otras como pueda ser un incremento del ingreso público.

Toda persona, al obtener una renta puede realizar dos cosas: o consumir dicha renta o ahorrar dicha renta. La parte de dicha renta que destina a cada uno de esos fines podemos llamarlos propensión al consumo (c) y propensión al ahorro (s) de tal manera que, si consideramos esas propensiones en tantos por uno: c + s = 1.

Cuando reducimos el salario a una persona reduciremos su consumo y su ahorro si bien la propensión al consumo y al ahorro puede variar. Vamos a ver un ejemplo.

Pongamos que Juan gana 1000 euros. Juan tiene mensualmente los siguientes gastos:

Alquiler

450 euros

Comida

250 euros

Suministros (luz, agua, teléfono):

70 euros

Ocio

150 euros

Ahorro

80 euros


En esta situación inicial Juan se encuentra en esta situación:

Propensión al consumo

0,92

Propensión al ahorro

0,08

Pongamos ahora que a Juan le reducen su salario 130 euros. Sin mucho esfuerzo comprobamos que sólo reduciendo lo que ahorraba no es suficiente, necesita eliminar alguno de sus gastos para poder llegar a final de mes. En general, se intenta ahorrar algo de tal manera que una reestructuración racional del gasto podría ser:


Alquiler

450 euros

Comida

240 euros

Suministros (luz, agua, teléfono):

65 euros

Ocio

75 euros

Ahorro

40 euros

Es decir, la propensión al ahorro ha bajado a 0,046 y la de consumo ha subido a 0,0954. Eso no quiere decir que se consuma más sino que ya prácticamente todo lo que se gana se dedica a consumir, aun así, y esto es lo más grave, el consumo se reduce.

Podemos concluir, que en niveles de renta bajos y medio-bajos que son aquellos con propensión media al ahorro reducidas, toda reducción de la renta disponible va a suponer inmediatamente una reducción en el consumo. Las consecuencias en la reducción en el consumo, como se explica al final del artículo, será una reducción en la actividad económica que nos hundiría todavía más en el circulo vicioso de la producción: a menor consumo menor número de ventas lo que conlleva una menor producción que supone reducir plantillas y, por lo tanto, más paro y en consecuencia una nueva reducción del consumo, y así sucesivamente.

Pero vamos a analizar la alternativa, es decir, en como afecta una reducción de la renta disponible a gente con rentas altas.

Pongamos el ejemplo de una persona que gana 25.000 euros netos mensuales y que tiene la siguiente estructura de gastos:

Hipoteca de la casa

5.000 euros

Comida

700 euros

Suministros (luz, agua, teléfono):

300 euros

Ocio

5.000 euros

Ahorro

14.000 euros

Propensión al consumo

0,44

Propensión al ahorro

0,56

Como podemos ver en personas con nivel de renta alto, aunque los datos son inventados, la propensión al ahorro se dispara en comparación con las personas de nivel bajo. Al tener todas sus necesidades cubiertas con una parte muy reducida de su renta el resto rápidamente lo pueden destinar a ocio y ahorro mientras que en las personas de nivel bajo la mayor proporción de su renta va destinado precisamente a cubrir dichas necesidades básicas.

Pongamos que a esta persona de nivel muy alto le hacen pagar un 2% más de sus ingresos en concepto de Impuesto de Patrimonio o IRPF, es decir debería pagar 16.000 euros que se reducirían de sus ingresos, lo que supondría que percibiera al mes 1.333 euros menos, es decir, pasaría a tener una renta de 23.777 euros. Como podemos comprobar, podría reducir su ahorro sin tocar el consumo y aun así todavía conseguiría ahorrar 12.777 euros al mes, es cierto que la propensión al ahorro se reduciría pero es muy probable que este ciudadano prefiriera reducir su nivel de vida, es decir, su consumo mensual a costa de ahorrar un poco más.

Por contra, es cierto que el ahorro total se reduciría y que esto también tiene consecuencias en la economía pero hay que considerar que lo que necesita en estos momentos nuestra economía es la reactivación del consumo, el que haya movimiento económico para que las empresas empiecen a ganar dinero y decidan contratar a más personas para incrementar la producción y atender pedidos.

En nuestra economía, en estos momentos hay recursos ociosos, no tenemos un gran problema de falta de inversión industrial, más bien al contrario tenemos un sistema productivo capaz de producir más de lo que se puede consumir, por ello no hay que priorizar la inversión, el equivalente al ahorro, sino que lo que hay que priorizar es la reactivación del consumo.

Como espero haber podido explicar en este artículo, si lo que pretendemos hacer es reactivar el consumo, si queremos incrementar los ingresos públicos toda medida que se adopte se ha de realizar sobre aquellos ciudadanos, o sobre aquellas rentas, que tengan una propensión al ahorro superior a la media y no sobre aquellas que prácticamente vayan a dedicarse al consumo.


Nota adicional: Aunque se ha hecho referencia a la propensión al ahorro y al consumo, realmente cuando se han mencionado estaba haciendo referencia a la propensión media, es decir, teniendo en cuenta la totalidad de mi consumo/ahorro, sin embargo es muy importante para lo que se ha comentado cual es la propensión marginal.

La propensión marginal al consumo es cuanto aumenta mi consumo cuando se incrementa en un euro mi renta disponible. Es decir, a grandes rasgos, significa cuanto dinero dedicaré a consumir con el último dinero cobrado. En el ejemplo del artículo si partimos de la situación B en la que se perciben inicialmente 770 euros y posteriormente cobro 1000 euros, podríamos llamar propensión marginal a la parte de los 130 euros que destino al consumo, es decir, aunque la propensión media sea 0,92 la propensión marginal al consumo será: 40/130= 0,693

La propensión marginal es fundamental porque se utiliza para definir el efecto multiplicador del consumo. Pongamos un ejemplo en el que vamos a considerar que la propensión marginal al consumo de todos los agentes económicos es 0,7:

Pedro ha cobrado 1.000 euros y su propensión marginal al consumo es 0,7 (es decir consumirá el 70% de su último ingreso), por tanto de esos 1000 euros gastará 700 y ahorrará 300. Las personas que ganen esos 700 euros al venderle productos a Pedro también gastarán el 70 por ciento de dichos 700 euros, es decir, volverán a gastar 490 euros, y las personas que reciban esos 490 euros volverán a gastar el 70% y así sucesivamente.

Nos encontramos que, aunque el gasto inicial ha sido de 700 euros, ha supuesto una serie de gastos en cascada de tal manera que al final el gasto total realizado ha sido de 2.333 euros.

Este es el efecto multiplicador del consumo que hace que los incrementos en consumo sean fundamentales para la reactivación económica. Del mismo modo, una disminución del consumo podemos decir que tendría un efecto divisor del mismo en la misma proporción.

La formula de este efecto multiplicador, en su forma más simple sería: 1/(1-c) donde c sería la propensión marginal al consumo.

Esta formula se puede complicar más al tener en cuenta otros aspectos como por ejemplo los impuestos.

martes, 17 de mayo de 2011

Cuando subir las pensiones no es tan caro como parece

Con la subida de pensiones que se realizó en el año 2010 se ha producido un efecto podríamos decir que curioso por no llamarlo de otra manera. Aunque las pensiones han subido, el gasto público no ha subido en igual medida. La lógica nos lleva a pensar que si el estado paga 100 millones de euros más de pensiones (cifra hipotética) debería tener un déficit 100 millones de euros mayor, pero sin embargo esto no es así, e incluso, teóricamente, podría llegar a ingresar más de lo que paga en pensiones. Vamos a analizar como se puede conseguir esto.

En principio parece que subir las pensiones es bueno: los pensionistas cobran más, gastan más y todo es positivo. ¿Todo? Todo no, existe un efecto colateral, un pequeño requisito de la Ley de IRPF, que hace que dicho aumento pueda resultar un duro golpe para las familias. En mi opinión, dicho efecto no deseado ha sido realmente no deseado, es decir, nadie se dio cuenta de que iba pasar cuando subieron las pensiones pero paso.

La cuestión es la siguiente, el importe anual de la pensión de viudedad para mayores de 65 años (situación en la que se encuentran más de 600.00 personas) en los años 2009 y 2010 son los siguientes:


Es decir, los pensionistas cobran 367,5 euros más en el 2010.

Por otro lado, en el IRPF, existe una disminución en la cuota a pagar por tener un ascendiente conviviendo contigo, es decir, en el caso de que el padre, mayor de 65 años, viva con el hijo (generalmente porque tiene algún tipo de minusvalía, hecho importante como ahora veremos) se permite reducir la Base Imponible del Impuesto y así pagar menos. ¿Pero cuanto menos hay que pagar por convivir con un ascendiente?

El importe dependerá de la edad y el grado de discapacidad del ascendiente. En el peor de los casos, desde un punta de vista monetario que no familiar, es decir, cuando el ascendiente tenga entre 65 y 75 años y se encuentre en plena forma el ahorro es sólo de 219,39 euros. En el caso de que tuviera una minusvalía del 33%, caso muy frecuente en personas mayores, el ahorro es de 772,92 euros, y si fuera mayor de 75 años y con una minusvalía de más del 65% el ahorro podría llegar a 1.375,21 euros.


Y es ahora cuando viene el pero, como condición para poder aplicarse este descuento se exige que el ascendiente no tenga una renta superior a 8.000 euros (excluidas las rentas exentas), en el momento el ascendiente gana más de 8.000 euros ya no se puede aplicar ninguna reducción el hijo con el que vive.

Con estos presupuestos es fácil sacar una conclusión. Con la subida de pensiones se ha conseguido que los más de 600.000 viudos y viudas que cobraban pensión de viudedad ya no puedan dar ningún tipo de bonificación a los hijos con los que puedan estar conviviendo.

De esta forma, nos encontramos que por un lado el Estado paga 367,5 euros más a estos pensionistas, pero al mismo tiempo cobra a los hijos que viven con ellos una cuantía que va entre 219,39 euros y 1.375,21 euros, es decir, en muchos casos, el Estado va a ingresar más de lo que paga por haber subido la pensión.


Es una pena no poder disponer de datos concretos de cuantos ascendientes en estos supuestos están conviviendo con sus hijos, pero es un caso bastante frecuente. Así que si conocen a alguno, adviértanle, porque es muy fácil que se equivoque al hacer su declaración del IRPF.