Ante los acontecimientos de los últimos días, donde van apareciendo nuevos datos en relación con el caso de Orange Market y su relación con el Partido Popular, se ha presentado por este partido una solicitud de recusación del Juez Garzón como Juez instructor del caso. Los argumentos según constan en la noticia de “El Mundo” son: “La "trayectoria inequívoca" del juez Garzón acredita "una constante animadversión hacia el PP".
Sin entrar a discutir si el juez Garzón les tiene manía o no les tiene manía, simplemente quiero aprovechar el presente artículo para describir como funcionan este tipo de investigaciones:
La gran mayoría de los procesos penales por delitos contra la Hacienda Pública se inician a raíz de una actuación de la Agencia Tributaria, si bien, también hay que destacar la labor que realiza la Guardia Civil en esta fase previa de la investigación, actuando en muchas ocasiones conjuntamente, sobre todo, en materia de tramas de IVA.
Por lo general, la Agencia Tributaria inicia unas actuaciones de Inspección. En el momento el Inspector responsable de la actuación observa que existen indicios de delito, detiene sus actuaciones y lo notifica a la Fiscalía.
En el presente caso, parece que la investigación se inicia por la Fiscalía, encomendándose la investigación a la Agencia Tributaria y a la Unidad de Delincuencia Económico y Fiscal (UDEF) bajo la dirección de dos miembros de la Fiscalía anticorrupción. Por tanto pasaríamos directamente al siguiente punto.
Una vez judicializado el procedimiento, es decir, que un Juez pasa a encargarse de llevar la instrucción, el Juez solicita la colaboración en la investigación bien a la Guardia Civil, bien a la Agencia Tributaria, que realizarán sus funciones con sometimiento a las instrucciones del Juez o del Fiscal.
Es en este punto donde hay que hacer una reflexión relativa a la saturación de casos en los juzgados. Los Jueces, actualmente, se encuentra superados de trabajo. Pongamos el caso de Garzón que es cabeza visible y cuyas actividades son bien conocidas. ¿Alguien se cree que realmente sigue con detenimiento todas las causas que instruye? Hay que pensar que, por ejemplo, la reciente detención de 8 personas por intentar reconstruir Batasuna, supondría, si leyera con detenimiento y siguiera el caso personalmente, mucho tiempo para leerse toda la documentación que han incautado (lo cual puede llevar semanas), preparar los interrogatorios, realizarlos... Y este es sólo uno de los casos que lleva.
¿Qué sucede en la práctica? Que los Jueces no llevan el peso de la instrucción. La búsqueda de pruebas, de relaciones entre los implicados o la propuesta de actuaciones se realizan por la Guardia Civil, la Agencia Tributaria o el órgano en quien haya delegado la investigación. Una vez se han reunido y analizado las pruebas, se realizan unos informes, cuyas conclusiones son estudiados por el Juez que se limita a considerar si hay indicios de delito o no (recordemos que estamos en fase de instrucción), en su caso puede pedir alguna actuación complementaria. El Juez, mientras tanto, sólo participará en aquellos actos que inevitablemente requieren su presencia, como pueda ser el propio interrogatorio de los testigos o de las partes. En la noticia antes indicada, podemos ver como fueron los propios Inspectores de Hacienda y la UDEF los que pidieron al Juez Garzón que hiciera la redada.
El funcionamiento queda descrito también, por ejemplo, en ésta noticia sobre un caso de corrupción en Ibiza. Se puede observar como el verdadero peso investigador no se lleva por el juez personalmente sino por colaboradores por el nombrados. Esto presenta ciertos problemas, excesivamente técnicos, en los que no me detendré.
Existen excepciones como, por ejemplo, el papel del Juez Torres en Marbella. En este caso, el Juez Torres fue nombrado para llevar exclusivamente la investigación de la Operación Malaya, mientras que otro Juez se encargaba de los demás expedientes del Juzgado, evitando así el bloqueo del caso. Lógicamente, el Juez Torres tuvo un papel más activo del acostumbrado en este tipo de investigaciones. Esta solución, la de nombrar un Juez que se dedicara en exclusiva a un determinado supuesto, es la que se pedía en el famoso caso Fabra, para desbloquear, de esta manera, el Juzgado de Nules.
Por último, querría hacer mención a las filtraciones en los juzgados, tema que me parece escandaloso. Habría que plantearse seriamente que pasa en los juzgados. No puede ser que las investigaciones se lleven en estricto secreto por la Agencia Tributaria y la Guardia Civil y cuando lleguen al Juzgado los papeles se aireen como quien reparte cromos. No hace falta referirse a este caso, lo hemos podido ver por ejemplo en el caso Malaya o en el caso Fabra. Hasta que no ha llegado al Juzgado no han estallado en los medios de comunicación.
Aparte del compromiso de los funcionarios de Hacienda y Guardia Civil con su deber de confidencialidad, habría que examinar que pasa en los Juzgados para que no se pueda llevar a cabo una investigación discretamente. Ello por varias razones, entre las que destaca la presión de los medios de comunicación sobre los funcionarios de justicia que llevan los distintos casos, pudiendo acabar afectándoles tanto personalmente como profesionalmente. Lo mejor, para asegurar un buen funcionamiento de la Justicia, es que la Justicia no esté mediatizada y politizada. Este principio esta siendo destrozado por los políticos de uno y otro bando.
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